Anillo de oro

Con el aro cincelado formando un nervio longitudinal flanqueado por pequeños glóbulos; el chatón o gema es liso y tiene un agujerito en el centro. En uno de los conjuntos o barrios más singulares del centro de la croa del Castro apareció esta preciosa joya de oro, de tipo y cronología romana tardía, adornada con una gema de prasio, variedad verdosa del ágata y de la calcedonia.
Los anillos son relativamente habituales en contextos arqueológicos romanos, pero son de más rara aparición en los asentamientos castreños. Sin embargo, dada la ocupación principal de este castro, galaico-romana tardía, este sitio proporcionó varios hallazgos de este tipo, hechos de bronce, hierro, azabache y oro, como es el caso de este ejemplar, de gran belleza y perfección por la fina talla de su aro y por la bella sencillez de la gema de piedra preciosa que lleva engastada.