Intervenciones en el castro

Trabajos de conservación y restauración del año 2012
Trabajos de conservación y restauración del año 2012
Trabajos de conservación y restauración del año 2012
Trabajos de conservación y restauración del año 2012
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Trabajos de conservación y restauración del año 2016
Parapeto. Campaña 2019
Parapeto. Campaña 2020
Los elementos defensivos. 2020
Estructuras del Espacio 14. 2020
Espacio 89. 2020

Desde el año 1972 en que se inician las excavaciones en el Castro de Viladonga, se han realizado periódicamente limpiezas de la vegetación y consolidaciones puntuales de las estructuras excavadas.

Después de unos años de abandono, en 1982, en que se hace cargo Felipe Arias Villas de los trabajos arqueológicos (y poco más tarde también de los museísticos), se procedió a una limpieza y rozado general de la vegetación y de la maleza en la croa y en la muralla principal del castro. Se consolidaron los muros de las construcciones de la croa, reponiendo las piedras caídas y cubriendo los muros con terrones de hierba o tepes para fijar bien las hiladas superiores. Estas actuaciones, que se hicieron habituales en las campañas de excavación posteriores, se llevaron a cabo también en aquellos años en que no hubo excavación arqueológica.

A raíz del estudio realizado en el año 2007 por Benita Silva y su equipo del Departamento de Edafoloxía y Química Agrícola de la USC, sobre los factores de deterioro del Castro de Viladonga, se planifica la restauración integral de las estructuras del castro, basándose en la existencia de graves alteraciones de la piedra y de derrumbes a veces considerables a causa de la meteorización del material y de los empujes de tierra y piedras. El proyecto se programó para su ejecución en varias fases, de manera que se puedan ir restaurando todas las estructuras del yacimiento.

Los trabajos consistieron en la diagnosis y documentación gráfica, en la colocación de tubos para la consolidación con silicatos y para drenaje, en la reconstrucción estructural de los muros, diferenciándola con piedrecitas de cuarzo blanco del propio sitio (lo que se viene haciendo desde 1983) y coronando las cabeceras con una protección de placas de pizarra adaptadas al muro, siempre con carácter reversible. En las reconstrucciones estructurales se emplearon varios tonos de argamasa siguiendo los diversos tipos utilizados originariamente en el castro.

En el año 2009, después de acabada la excavación arqueológica, se procedió a la consolidación de los muros caídos desmontándolos en la medida precisa y reponiéndolos según el sistema habitual seguido en los últimos años en este asentamiento, es decir, usando mayoritariamente la misma piedra de los derrumbes y aglutinándola con una argamasa arcillosa similar a la original, marcando con piedrecitas de cuarzo la separación entre la parte original y la restaurada, para después cubrir la cabeza de los muros con placas de pizarra que los protejan de las inclemencias meteorológicas y de las posibles agresiones e incidentes producidos por las continuas visitas al castro. Se remata la consolidación con la colocación de terrones de hierba cortados ad hoc para una mejor integración patrimonial e incluso ecológica de la intervención.

La campaña del año 2010 se centró en la entrada principal y en cuatro barrios o conjuntos construidos en el centro y en el norte de la croa de este asentamiento. En todos estos espacios se siguió el sistema de consolidación ya anteriormente descrito, pero es importante señalar además que estos trabajos permitieron conocer mejor la disposición de algunos muros de construcciones adosadas, así como definir espacios complementarios o incluso pequeñas estructuras hasta ahora no bien determinadas.

A partir del año 2012 prosiguen estos trabajos de restauración y consolidación cofinanciadas por los fondos europeos FEDER y la Dirección General de Patrimonio de la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, en el marco del proyecto Acondicionamiento y consolidación arqueológica para la puesta en valor del Castro de Viladonga (Castro de Rei, Lugo), con la finalidad de garantizar su conservación al tratarse de un bien patrimonial declarado Bien de Interés Cultural.

En el año 2016 se hace cargo de la restauración la empresa Terra Arqueos, S.L. que aporta un criterio de intervención experimentado con éxito en otros yacimientos similares. Se cubre la cabecera de los muros con una o varias hiladas de sacrificio a base de pizarra y esquisto rejuntadas con un mortero resistente en exteriores lo que hace innecesaria la colocación de las placas de pizarra y terrones de protección empleados hasta ahora. Esta solución mejora la lectura de las diferentes fases constructivas. 

La intervención de excavación, acondicionamiento y consolidación realizada en el castro de Viladonga en el año 2017, llevada a cabo de nuevo por la empresa Terra Arqueos, S.L., continúa la política de conservación que se lleva a cabo anualmente en este yacimiento. En total se hizo una intervención de re-excavación de casi 1.200 m2 en la que se incluyen zonas excavadas ex novo para solucionar problemas de conservación.Un detalle a destacar de la presente actuación es que combinó los trabajos de excavación y restauración de modo que la consolidación de los restos se produce inmediatamente después de los trabajos de excavación, lo que reduce al mínimo el deterioro que se produce sobre los restos una vez  son sacados a la luz.

Se realizó la intervención principalmente en tres zonas: Barrio 13B; Espacio 15, sur y oeste y un tramo de la muralla (definido como AE4).

Los trabajos de consolidación y restauración quedaron claramente supeditados a dos factores, la interpretación arqueológica de la distribución de las diferentes estructuras y viviendas y el estado de conservación de los restos una vez realizada y determinada la descripción y vista la evolución constructiva.

Realizado el diagnóstico de los restos se efectúa la intervención de consolidación y restauración en la que se realizaron principalmente los siguientes trabajos: eliminación de la vegetación, restitución de lagunas en los paramentos perdidos o dañados, recalzado en la base de los muros, proceso de anastilosis, recrecido estructural, recrecido secuencial, localización y sustitución de las restauraciones antiguas, reposición de elementos perdidos y acondicionamiento de interiores.

Las intervenciones realizadas en el castro de Viladonga en los años 2018-2020, promovidas y financiadas por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria a través de los Fondos Feder y desarrollados por la empresa Terra Arqueos, tuvieron como principal objetivo la conservación de los restos del yacimiento, que es BIC desde el año 2009. La participación de un equipo interdisciplinar permite mantener el equilibrio entre las diferentes disciplinas sin perder de vista que lo importante es la investigación de la que depende después la divulgación de los resultados, junto con las necesidades de conservación. El aspecto final de los restos del yacimiento es importante, ya que es lo que permite a los visitantes interpretar correctamente la información transmitida por los arqueólogos.

Las campañas se centraron en dos espacios: por una parte la zanja de sondeo abierta en los años 80 en el exterior de la croa, con el propósito de caracterizar y restituir los elementos defensivos y por otra los elementos sitos al NE de la croa, como eran la gran estancia alargada y la estructura que se definió claramente como aljibe.

Paralelo a los trabajos en las zonas principales de actuación, se llevó a cabo el acondicionamiento de varios sectores. En la zona AE5 se acondicionó la parte superior de la muralla, con una superficie de actuación de más de 100 metros lineales, de cara a mejorar el paso por la zona de la muralla y la rampa de acceso oeste. En la zona AE3, en el camino de la entrada a la croa, se retiró la grava existente y se colocó un nuevo pavimento más acorde con los restos arqueológicos.

Los elementos defensivos

En 1989 se realizó una gran zanja o corte transversal a las murallas y fosos del lado este partiendo desde el interior de la propia croa, a fin de comprobar la estructura y disposición del sistema defensivo del castro.

Después de esta primera intervención se llevaron a cabo en este sector rozas para su mantenimiento pero el paso del tiempo y las deposiciones de tierras en el sondeo provocaron el mal estado general de los restos exhumados. Por este motivo en esta campaña se planeó limpiar, reconstruir el parapeto y volver a perfilar los cortes para mejorar el estado de conservación de todo el sector exterior.

Después de la roza comenzó el acondicionamiento de los perfiles para eliminar el problema de la deposición de tierra. El perfil se hizo con una ligera inclinación hacia el interior, lo que permite una mejor conservación ya que de esta forma las deposiciones de tierra son menores. Así mismo, se retiraron los sedimentos y rellenos caídos en los fosos, producto del paso del tiempo. Los fosos descubiertos son parte de la topografía y la arquitectura defensiva del yacimiento y, en consecuencia, quedaron visibles y visitables después de su excavación y limpieza.

Los trabajos en S1 e S3 fueron complicados ya que el acceso para llenar los parapetos fue dificultoso, de forma que la actuación se hizo principalmente de forma manual. En cualquier caso, se realizaron los rellenos en la muralla principal y en el oeste de los parapetos de S2 y S3. En la primera muralla o defensa (S1) se repuso el terreo, de modo que el aspecto del parapeto es ahora similar al original. La zona excavada al pie de la cara interior de la muralla, después de su limpieza, se cubrió también con deposición de tierra para evitar el aspecto de zona sobre-excavada que tenía hasta ahora y mejorar la comprensión de los visitantes. Por el lado este, el muro del segundo parapeto cae hacia el segundo foso varios metros, haciendo un profundo corte en forma de “U”. La cara interior de este parapeto este se construye a favor de fachada de modo muy cuidadoso, a base de sucesivos escalones que se ven en el tramo acondicionado de casi 9 metros.

Por último, después del segundo foso del castro excavado en la roca (S3), se encontró el tercer parapeto construido por encima de los afloramientos de la pared del foso. Tiene menor altura que el segundo parapeto. En este caso se repuso el tercer parapeto que había sido excavado y también se realizó la limpieza del foso y el re-perfilado del sector excavado para documentar después las estructuras arqueológicas en un área de 6 x 2 metros. Como complemento de los trabajos de limpieza, re-excavación, re-perfilado, documentación y restauración de las estructuras encontradas, se instalaron unas barreras de madera en el lado sur del segundo foso y en la zona excavada del “torreón” para señalizar los recintos y crear una línea disuasoria de seguridad. En estas barreras se colocó, ademas, un panel con la explicación de las principales características que tiene el sistema defensivo del castro de Viladonga.

Trabajos realizados en el Espacio 14 en el interior de la croa

La zona definida como Sector 14 es la que mayor superficie abarca en esta intervención, con un total de 1.100 m2. La limpieza manual de los restos, la retirada de elementos de restauraciones antiguas y la re-excavación fueron trabajos que tuvieron que emplearse para determinar el estado exacto de conservación. En este amplio sector dividimos la intervención en varios espacios para facilitar el registro. Los más importantes de cara a la descripción de los trabajos realizados son el E50 (que se refiere a la gran casa alargada), el E89, que se corresponde con el aljibe y la nueva vivienda circular, denominada E100.

Ademas de estos espacios principales, en el interior de la croa, en el espacio 14, se encontraron restos de varias estructuras muy deterioradas e inconexas en algunos puntos, las 84, 85, 86, 87 y 88. A pesar de los trabajos intensos de limpieza y re-excavación, que intentaron localizar algún resto que nos permitiese un mayor grado de restauración, la intervención en estas estructuras dejó claro que el espacio interior estaba sobre-excavado hasta la roca sin posibilidad de conseguir mayor información arqueológica. De cara a la restauración supone la necesidad de un mayor aporte de relleno en todo el sector para corregir la sobre-excavación

Espacio E89

La posibilidad de recuperar el muro para el perfil en este sector norte pretendía mejorar todo este corte del terreno de gran potencia. Tras varios derrumbes sucesivos del perfil, se asumió que era necesario trasladar el perfilado a la línea de muralla para que sirviese esta de “muro de contención” del propio relleno existente en el paseo de ronda. No era difícil sospechar que la estructura que se estaba re-excavando no se correspondía tipológica ni estructuralmente con ninguna otra construcción existente en todo el castro y que parte del perímetro del aljibe había caído tras la excavación previa de los anos 70. Una vez que se terminaron los derrumbes, se consiguió delimitar la zona de actuación, esta vez de forma segura para la conservación de los propios restos y para el visitante.

Intervención en E50

El objetivo principal de la intervención en este sector era analizar desde un punto de vista arqueológico y constructivo la planta de la estancia E50. Se retiró lo superficial para observar en algún sector las acumulaciones de gravas, plásticos, tubos y geotextil que delataban, efectivamente, que los depósitos existentes no iban a superar la decena de años. Tras la eliminación del material sobrante se inició la excavación manual raspando toda la superficie, ya que era la única manera de poder localizar algún mínimo resto de nivel de habitación que se dejara tras la excavación arqueológica y que diera por amortizados los estratos existentes.

Después de la re-excavación, el registro y la documentación arqueológica de las estructuras, se procedió a su restauración y finalmente a una última fase de acondicionamiento de los espacios, incluyendo el relleno de las zonas sobre-excavadas. La restauración se realizó con morteros hidrófugos y separando lo añadido de lo original con cuarzos de pequeño tamaño. Los parapetos y rellenos de muros se realizaron con tierra de la zona sobre pizarra, colocada en seco, para sujetar la estructura.


 

Situación

  • Viladonga, 27259 - Castro de Rei (Lugo)
    Galicia, España
    N 43º 09' 38.97" W 7º 23' 19.32"
  • 982 870 160
  • museo.viladonga@xunta.gal

Cofinanciado polo Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional