Bocado de freno o pasarriendas de caballo
Completo, hecho a molde por el sistema de la cera perdida. Se representan en él dos felinos (panteras) enfrentados y con las cabezas vueltas hacia atrás; va decorado con incisiones hechas con un buril, más marcadas en las cabezas y más leves, a base de círculos, en los cuerpos de los animales.
Esta pieza tiene un paralelo igual, pero al que le falta la cabeza de uno de los felinos, en este yacimiento y ambas piezas documentan la presencia de, por lo menos, un ejemplar de caballo como elemento de carga y transporte pero igualmente, sin duda, como signo de poder y de prestigio; en la misma zona se halló también un hueso metatarso de équido. Estos hallazgos se produjeron además en una de las construcciones más singulares, situada en el centro y en la parte más preeminente de la croa del castro. Los dos pasarriendas, hechos en bronce fundido a molde pero completados con una posterior decoración incisa a buril, representan un motivo que parece hacer referencia a la mitología relacionada con el dios Apolo y proceden de la parte oriental del Mediterráneo. Aparecen también en otras piezas similares del este y sur de Hispania que corresponden asimismo a la etapa final del Imperio Romano (siglos IV y V).